jueves, 16 de julio de 2009

Mensaje de la Presidencia de Área



Mensaje de la Presidencia de Área mexixo
Lynn A. Mickelsen

El profeta Isaías en una visión de la existencia premortal vio uno de los primeros y más sobresalientes de los hijos espirituales que nacieron de nuestro Padre Celestial, y declaró: " ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana.!...Tú que decías en tu corazón: subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono,...sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo” (Is. 14:12). La comprensión niega que alguien pueda estar tan cerca de la verdad y la luz plena y darle la espalda. Es ésto lo que hizo precisamente Lucifer, aun después de haber recibido tanto. Su nombre significa "lucero o reluciente”. El tuvo acceso a todo, sin embargo, estando en la plena luz andaba en tinieblas al mediodía (D.yC.95:6).

Esta obscuridad era el resultado de su desobediencia y desdén por la ley eterna del Libre Albedrío y por su manera de responder cuando el Padre le corrigió, "y él se enojó y no guardó su primer estado"(Abr.3:28). "y… los cielos lloraron por él; y era Lucifer, un hijo de la mañana" (D.yC. 76:26-27). Se había rebelado contra el Hijo Unigénito, el cual el Padre ama y quien es lleno de gracia y verdad; sí, lleno de luz a causa de su obediencia. Satanás, así rechazado, empezó su campaña contra la luz, comenzó inmediatamente en el Jardín de Edén, no obstante, su plan fue frustrado, a causa de que "no conocía la mente de Dios" (Moisés.4:6). La primera gran mentira perpetrada contra el hombre mortal fue la enseñanza insidiosa de que se puede pecar y no ser castigado. Dijo a Eva: "De cierto no moriréis" (Moisés 4:10). El continúa con esa gran mentira a toda la humanidad, enseñando que el pecado no tiene consecuencia ni castigo.

Muchos años después de su expulsión del jardín y ya con una familia muy grande, de muchas generaciones establecidas; Adán, habiendo aprendido de Dios el evangelio en su plenitud, reunió a su familia y les enseñó todo. Al salir de este Gran Concilio, no habiéndo captado todo el significado del mensaje, Satanás se les apareció y dijo: "Yo también soy un hijo de Dios; y les mandó, y dijo: no lo creáis; y no lo creyeron, y amaron a Satanás más que a Dios" (Mos.5:13).

Cuando Moisés fue transfigurado en el Monte Sinaí, tuvo la visión admirable de la creación del mundo y todo lo que había pasado hasta esa época. Cuando bajó del monte, Satanás vino tentándole y diciendo:"...yo soy el Unigénito, adórame a mí" (Moisés1:19). Moisés replicó: "...he aquí, yo soy un hijo de Dios a semejanza de su Unigénito. ¿ Y dónde está tu gloria, para que te adore?" Moisés1:13, "porque su espíritu no se ha apartado de mí por completo…Y puedo discernir entre tú y Dios (Moisés 1:15). Esta escena culminó cuando Moisés arrojó al rey de las tinieblas en el nombre del Unigénito. Así vemos la segunda gran mentira: que Satanás inclusive pretende ser el Unigénito del Padre.

Analizando estas dos mentiras, se pueden discernir fácilmente desde el punto de vista de la Luz; sin embargo, si permitimos pasar, aunque sea un poquito de oscuridad, se vuelven creíbles y fáciles de seguir. Tenemos que aprender a combatir y superar los poderes del adversario. Sólo existe una fórmula que yo conozco y que es eficaz: "Y a causa de la rectitud del pueblo del Señor, Satanás no tiene poder;..." (1Ne.22:26). El profeta José Smith en su historia personal,habló de su experiencia de la primera visión: "Mas esforzándome con TODO mi aliento por pedirle a Dios que me librara del poder de este enemigo que se había apoderado de mí..." (J.S.1:16-17).

Tenemos que ser obedientes para mantener esta luz y poder, "El que guarda sus mandamientos recibe verdad y luz..."(DYC 93:28). "Y aquel inicuo viene y despoja a los hijos de los hombres de la luz y la verdad..." (DyC93:39). Es probable que lo que más fastidia al adversario es que nosotros seamos a semejanza del Unigénito, con todo el potencial de llegar a ser como Él es. Por lo que emplea las más grandes mentiras para privarnos de mundos sin fin, algo que él NUNCA JAMÁS tendrá.


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