Se recomienda lo siguiente:
Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón (que los niños cuenten hasta 20 para asegurarnos que la limpieza es eficaz) en especial en lugares compartidos con otras personas. De no ser posible utilizar alcohol en gel.
Tirar los pañuelos desechables en la basura o en bolsas de plástico, no dejándolos en cualquier lugar.
Ventilar y permitir la entrada del sol a los ambientes de la casa, oficinas y lugares cerrados.
No saludar con besos, ni dar la mano.
Mantener especialmente limpia la cocina, baño, pasamanos, picaportes, barandas, juguetes, teléfonos y todo objeto de uso común a muchas personas.
No compartir vasos, cubiertos o alimentos.
Mantenerse alejado de personas que presenten infección respiratoria.
Siga el consejo de sus líderes en cuanto a las reuniones que estén programadas para este tiempo. Puede decidirse a nivel local suspensión de reuniones y actividades.
Utilice el sentido común para no caer en excesos que provoquen temor o pánico. No moverse de la casa para nada provocará ansiedad y miedo en el resto de la familia.
Utilice la Noche de Hogar para explicar las medidas de precaución teniendo cuidado de no infundir miedo. En realidad, enseñe que deben seguir “los consejos de la abuela”, de mantener hábitos de higiene y de alimentación y reponer la salud antes de volver al trabajo o escuela.
Si padece resfrío común o gripe estacional, cumpla con el aislamiento social voluntario . Esto implica quedarse en la casa y no asistir a las reuniones de la Iglesia, eventos sociales, cumpleaños en peloteros, cines, eventos deportivos en donde haya aglomeración de muchas personas.
En esas condiciones somos más vulnerables a contraer la enfermedad y/o a contagiar a otros